lunes, 10 de noviembre de 2014




M. miró al suelo donde ciento de hojas caídas yacían. Miro al cielo por un instante que se encontraba completamente tapado por la copa de los arboles. 
- "Esa hoja es un pájaro. Y esa otra también" mientras una risa temblorosa se apoderaba de ella.
Sentados en aquel monumento, en aquella plaza shopping en la que tanto odiaba dos destinos se habían cruzado. No había mas torpeza posible. Los hombros de ambos pegados, el olor a cigarrillo mezclado con la tierra, con el chicle, con el agua. El ruido de la noche, el silencio, el completo silencio. La inexperiencia de mirarte y besarte. Tu sonrisa y la mía.

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